Mamá y papá no tienen por qué saberlo
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Mamá y papá no tienen por qué saberlo

La mecedora seguía moviéndose… pero no había nadie allí La primera vez que lo escucharon, pensaron que era el televisor. Era una noche cualquiera, tranquila, de esas en las que el cansancio pesa más que el miedo. Daniel y Laura estaban en la sala, viendo una serie sin mucho interés, cuando el sonido llegó hasta…